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Diario de campo

Lorena Jiménez Paniagüa (Tía) de Desamparados de Alajuela.

Cuenta que hace muchos años que ella vive las mascaradas como cultura costarricense que se festeja como una de las más auténticas y pintorescas celebraciones populares llena de vitalidad y colores que alegran las calles de muchos poblados.

Que al igual que la obra literaria se creaban mascaras según las leyendas (las más conocidas como la bruja,el diablo y la llorona) mito, creencias y personajes reconocidos por el pueblo.

 

También cuenta que esta se daban como un baile de mascaras sin simarona y que por lo general se hacían cuando había un festejo en las iglesias lo cual se celebraban no solo con mascaradas sino también con turnos, juegos, reinados de belleza y bailes.

Evidencia Marycris Chavarría Jiménez 

12 noviembre, 2016. Publicado en el diario de campo.

Doña Olga Bolaños, cuenta que cuando ella estaba en la escuela asistía en su comunidad a las fiestas patronales, de San Joaquín de Flores en Heredia respectivamente. Sin embargo, ella explica que la tradición ha cambiado, ya que en la época que ella asistía, las personas que usaban las máscaras tomaban medias y las llenaban de arena en la punta, y en la actividad bailaban y le pegaban a las personas con las medias, de manera que la gracia de las mascaradas en esa época era hacer el recorrido que hacían las máscaras, pero evitando que les pegaran, es decir, eran correteados por las máscaras durante todo el recorrido, sin embargo, en la comunidad de Doña Olga usaban medias para golpear a la gente, pero en otras comunidades un poco más rurales usaban vejiga de chancho, que no solo pegaba muy duro, sino también olían mal.

También ella cuenta que con el pasar de los años las mascaradas siguieron, pero prohibieron la parte en la que se golpeaba a la gente, entonces en la actualidad hay mascaradas en los pueblos, pero ya no es común que golpeen a la gente, sin embargo, el vestido de las máscaras en algunos casos tiene brazos que son como de muñeca de trapo y las personas que portan la máscara los mueven fuertemente y con eso es que golpean a las personas en la actualidad, sin embargo doña Olga comenta que ya eso no es normal y lo común ahora es solo verlas y hacer el recorrido. Es muy común verlas en las fiestas patronales de las comunidades y son una característica de los costarricenses, generalmente las personas que las portan son hombres jóvenes, sin embargo, también las usan mujeres y señores.

Por otro lado, doña Olga comenta que, en Barba de Heredia, hay una fábrica de máscaras en la actualidad, donde hacen los diseños de personajes costarricenses o extranjeros afamados con los q van a hacer las actividades.

Para el año 2015, doña Olga se vistió con una máscara para entregar invitaciones en la escuela de su hijo junto a otras de las mamás, hicieron un baile para los muchachos y entregaron la invitación, utilizando una tradición muy propia de Costa Rica y divertida a la vez.

Evidencia   Carlina Pizarro 

12 noviembre, 2016. Publicado en el diario de campo.

Se entrevistó a la señora Flor Trejos, vecina de San Pedro de Poás, Alajuela y estas fueran sus palabras acerca de las mascaradas y su vivencia en el pueblo:

“En nuestro pueblo la celebración más grande de las fiestas patronales era el día de San Pedro que se celebra el 29 de Junio. Estas fiestas eran muy populares a nivel de todo el país porque venía mucha gente de todo lado.

 

En la época de nuestra infancia disfrutábamos mucho lo que eran las mascaradas aunque le teníamos temor, añorábamos siempre que llegara esa semana de fiesta porque era bastante esperado. Recorríamos las calles del cantón corriendo para que “el toro” o “el diablillo” no nos agarraran. Por lo general salían a las 2 de la tarde con fuertes trompetas, terminábamos todos cansados y sudados pero muy alegres, era la diversión más grande de las fiestas. Cuando nuestros padres nos regalaban un colón podíamos comprar un algodón lo que hacía que la fiesta fuera mejor.

                Es una lástima que al pasar los años esa tradición tan bonita terminara porque los niños de ahora no han podido conocer y disfrutar las mascaradas, sería muy importante que pudiéramos retomar esa tradición porque es una manera de divertirse sanamente. ¡Ojala y podamos disfrutar algún día otra vez de esto!”

Evidencia Fabiola  Arce

12 noviembre, 2016. Publicado en el diario de campo.

En referente al tema de la lectura “Los Ticos y la máscara” y con la base al entorno en el cual he vivido, tengo las anécdotas de vivir la tradición de “Las Dianas” esa tradición que celebramos los católicos donde se vive una fiesta y a la vez un carnaval por las calles de mi pueblo donde desde buena mañana antes de que salga el sol, las bombetas de turno, la cimarrona y las mascaradas marcan el inicio de la actividad, la cual reúne a cientos de fieles de la comunidad, la diana se celebra para poder festejar al Santo patrono de la comunidad San Isidro Labrador cada 15 de mayo en las fiestas del pueblo.

Evidencia  Eric Artavia

12 noviembre, 2016. Publicado en el diario de campo.

Gladys García Morera (Madre)
 
Comenta que las mascaradas son una costumbre de todo el territorio costarricense y que por lo general, se realizan en las fiestas patronales de las comunidades, también en las escuelas es común esta actividad.
 
Afirma que es una tradición de la población y que es parte de la cultura de nuestro país y cuenta que en sus tiempos de juventud la mascarada era distinta, se vivía con más alegría.
 
Comenta que tanto acojo ha tenido esta tradición que hay muchas personas que se dedican a confeccionar las máscaras, actualmente de personajes de la farándula y algunos expresidentes del país, pero sin dejar de lado a los personajes tradicionales, como lo son el diablo y los gigantes.
Evidencia  Paula Cortes García 

12 noviembre, 2016. Publicado en el diario de campo.

Albalia Camacho, Vecina del Coco, Alajuela
 
Para los años 60 se disfrutan ya las corridas de toros en Zapote me cuenta Doña Albalia  que para esos tiempos las fiestas eran muy diferentes a las actuales donde existía el famoso palo encebado y la pileta en el centro del redondel, un redondel mucho más pequeño el que vemos hoy en día, me cuenta Albalia que se recuerda de ver aquellas personas con sus vestidos enteros de domingo  metidos en el redondel toreando al famoso  “batalla” Toro famoso de la época de la ganadería Batalla que con sus toros animaba las corridas de las época.
 
Me relata Doña Albalia que las cimarronas eran infaltables en las fiestas, las cuales le ponían el sabor alegre a los concurrentes de las actividades, y como olvidarse de aquellas comidas de alboroto y del maní garapiñado que aún recuerda como si hubiese sido ayer.
Evidencia  Pablo Villalta A.

12 noviembre, 2016. Publicado en el diario de campo.

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